John Henry Newman ya es santo. El Papa Francisco celebró en la mañana del 13 de octubre en la Plaza de San Pedro la canonización del cardenal británico converso, uno de los intelectuales más reconocidos del siglo XIX, al que se refirió en su homilía para invitar a los peregrinos a promover “la santidad de lo cotidiano”.
Llamó a los cristianos a ser “luches amables en medio de la oscuridad del mundo”. Con las palabras de Newman, Francisco dibujó el perfil del cristiano como un hombre “sencillo, amable, dulce, cortés, sincero, sin pretensiones”.